miércoles, 30 de mayo de 2012

EL PLANETA PUEDE ALIMENTAR A MÁS GENTE DE FORMA MÁS EFICIENTE

ecoticias.com

El mundo puede alimentarse con menos producción de alimentos de lo que anteriormente se había previsto si recurre a la agricultura sostenible, reduce los residuos y frena el consumo excesivo, dijo el miércoles la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de Naciones Unidas.



Si persisten los patrones actuales de consumo, el mundo necesitará incrementar la producción de alimentos en un 60 por ciento para 2050 respecto a los niveles de 2005-07 para alimentar a una población que se espera que llegue a 9.000 millones de habitantes - frente a los aproximadamente 7.000 millones de la actualidad, según estimaciones de la FAO.
Sin embargo, es posible alimentar a la población con un incremento más pequeño de la producción de alimentos, dijo la FAO en un informe previo a la cumbre de desarrollo sostenible en Río de Janeiro.
Del lado de la producción, los sistemas agrícolas y alimentarios deberían reducir sus impactos negativos sobre el medio ambiente, incluyendo el agotamiento del suelo y el agua además de las emisiones de efecto invernadero, dijo el informe.
Por el lado del consumo, la población ha de reducir las pérdidas y los desechos de alimentos, que suponen unos 1.300 millones de toneladas al año, aproximadamente un tercio de la producción mundial de alimentos para consumo humano.
"Tenemos que tomar decisiones políticas valientes que afectarán a los patrones de crecimiento de ingresos, cambios en las preferencias de la dieta, niveles de desperdicios de comida y en cómo se usa la producción agrícola para propósitos no alimentarios", dijo el informe.
Los gobiernos que acuden a la cumbre Rio+20 de junio deberían comprometerse a acelerar los esfuerzos para reducir el hambre y la desnutrición y usar las guías voluntarias de la ONU sobre el derecho a alimentos, dijo la FAO.
La cumbre Rio+20, del 20 al 22 de junio, atraerá previsiblemente a más de 50.000 participantes, y los políticos se verán presionados por los ecologistas, que piden objetivos para el desarrollo sostenible con el espíritu de la cumbre de la Tierra en Río hace 20 años.
El desarrollo sostenible es imposible sin erradicar el hambre en un mundo donde más de 900 millones de personas no tienen suficiente para comer, dijo el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en el informe.
"No podemos llamar desarrollo sostenible mientras persista esta situación, mientras casi uno de cada siete hombres, mujeres y niños son dejados de lado, víctimas de la desnutrición", dijo.

miércoles, 23 de mayo de 2012

EL EMPLEO DE INOCULANTES (BIOFERTILIZANTES) PERMITE REDUCIR EL USO DE FERTILIZANTES QUÍMICOS

ecoticias.com

El empleo de inoculantes microbianos permite reducir el uso de fertilizantes tradicionales para los cultivos en unos casos, y aumentar su eficiencia en otros, ya que se basan en bacterias existentes en la rizosfera --la parte del suelo más cercana a las raíces de las plantas-- y en el interior de las propias raíces.



Estos productos se llaman biofertilizantes y, entre otros efectos, fijan nitrógeno atmosférico en las leguminosas, lo que reemplaza al abono tradicional con nitrógeno. También mejoran la eficiencia de las plantas en la absorción de los elementos químicos, y solubilizan nutrientes del suelo, para que las plantas los aprovechen mejor, de manera que mejoran la eficiencia de los abonos.
Los biofertilizantes, además, contribuyen a desarrollar la industria en el medio rural puesto que "se adaptan mejor y, por tanto, son más eficaces las bacterias autóctonas", lo cual favorece la producción de inoculantes en empresas locales, al contrario que los productos químicos que "por su homogeneidad pueden ser producidos por una multinacional en cualquier lugar del mundo", según ha destacado el profesor de la Universidad de León (ULE) Fernando González Andrés, investigador del Instituto de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Biodiversidad, que dirige esta investigación en la ULE.
El objetivo es "utilizar" microorganismos autóctonos y específicos para cada cultivo desarrollados por una empresa local, aunque para que la empresa sea viable "es necesario crear una cartera amplia de productos", según ha subrayado González Andrés en declaraciones realizadas a Europa Press.
No obstante, ha advertido de la dificultad de "proteger con patentes" estos microorganismos ya que, como seres vivos, "no se patentan", aunque "sí se puede registrar el microorganismo y patentar el producto final formulado" para la agricultura.

COMIENZOS

González Andrés ha aclarado que el proyecto se inició en 2005 para conseguir microorganismos que sustituyeran "completamente" el empleo de abono con nitrógeno en leguminosas, concretamente para la alubia de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) La Bañeza-León.
En la actualidad el consorcio de centros públicos de investigación que participan en el proyecto está formado por la ULE, la Universidad de Salamanca, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Salamanca.
Los investigadores trabajan no sólo en inoculantes para reemplazar el abono nitrogenado en las leguminosas, sino en otros biofertilizantes con el fin de mejorar la nutrición de cultivos como el pimiento de la IGP Fresno-Benavente, la alfalfa de Tierra de Campos, el plantón de fresa, zanahorias, tomate y, a través de un proyecto de cooperación al desarrollo, también con la habichuela y el banano de la República Dominicana. Desde 2010 estos productos microbianos no solo están basados en bacterias sino también en hongos micorrícicos.
Para su financiación, el consorcio cuenta con el apoyo de la Junta de Castilla y León, el Ministerio de Economía y Competitividad (Mineco) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ACID), aunque su financiación "no ha sido ajena a la crisis".

ORIENTADA AL MUNDO EMPRESARIAL

La investigación de este consorcio tiene una "clara vocación" de transferencia a empresas, lo que se concreta en la colaboración con el sector agropecuario para desarrollar un proyecto que ha recibido financiación del Mineco dentro del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011, a través de la convocatoria Innpacto, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Según las mismas fuentes, el objetivo principal del proyecto es lanzar al mercado un producto tecnológicamente avanzado que "maximice" el aprovechamiento del abono en por parte de los cultivos, para lo cual presenta "diferentes abordajes" en función de la naturaleza química del abono, así como de las propiedades físico-químicas y biológicas del suelo donde se va a aplicar.
En todos los casos, la maximización de la eficiencia "va paralela a una reducción de las pérdidas de nutrientes en el suelo", lo que tiene "un doble beneficio, tanto para el agricultor como medioambiental".

PRESUPUESTO

El importe total de la financiacion del MINECO y los fondos FEDER es de 1.096.769,70 euros, de los cuales se ha concedido un presupuesto de 68.528,40 euros a la ULE, con una duración de cuatro años.
La financiación recibida por el grupo de investigación de la  Universidad de León denominado 'Ingeniería Química y Ambiental:  Bioprocesos', para la realización de este proyecto "permite la  transferencia a la empresa y en consecuencia a la sociedad", de los  conocimientos generados por el grupo, el cual ha recibido otros tres proyectos de la misma convocatoria Innpacto.

miércoles, 16 de mayo de 2012

UN PROYECTO EUROPEO PERMITIRÁ MEJORAR LA CALIDAD DE LAS SEMILLAS

agenciasinc.es

El Centro Hispanoluso de Investigaciones Agrarias (Ciale) de la Universidad de Salamanca es la única entidad española que participa en un proyecto europeo que se acaba de aprobar y que durante los próximos cuatro años tratará de estudiar la calidad de las semillas de diversas especies vegetales. La idea es comprobar de qué manera pueden influir las condiciones ambientales en aspectos como la germinación, con el objetivo de lograr mejores semillas.


Placas en las que los científicos del Ciale realizan experimentos con los vegetales. Imagen: DiCYT.

Los investigadores salmantinos han entrado en este proyecto como expertos en señalización hormonal de las semillas, de manera que se centrarán en conocer "cómo a través de las distintas hormonas se regula la formación de la semilla hasta su germinación”, explica a DiCYT Óscar Lorenzo, científico del Ciale que lidera el grupo español. En la iniciativa participan también científicos de Austria, Reino Unido, Alemania y Francia.
La línea de investigación se centra en el estudio de las hormonas vegetales que regulan la germinación. Una de ellas se denomina ácido abscísico (ABA) y, además de regular la expresión de los factores transcripcionales para hacer que la planta sea capaz de defenderse de agresiones externas, es clave en la dormición de las semillas, es decir, que inhibe la germinación.
Por el contrario, las giberelinas interrumpen esa fase para dar paso a la germinación. Por eso, uno de los objetivos del proyecto es “estudiar los mecanismos de estas hormonas y mejorarlos desde el punto de vista de los estreses”. Frente a condiciones adversas para las plantas en forma de sequía, salinidad, falta de nutrientes o cualquier otra condición de estrés, estas hormonas son claves para que una semilla salga adelante o no lo haga.

Marcadores genéticos

Los científicos pretenden analizar los genes, las proteínas y los metabolitos de las semillas para analizar cómo se regulan en función del estrés que sufren. Si se encuentran los marcadores genéticos clave, un simple análisis de unas semillas podría en un futuro permitir saber si son viables en un determinado periodo de tiempo. Así, una empresa del sector podría decidir cuándo comercializar exactamente unas semillas en función de las expectativas de germinación que tengan.
“Buscaremos variedades que tengan mayor potencial germinativo y un posterior desarrollo de la planta más prometedor”, señala el científico. “Si a la hora de germinar la planta, esta ya ha tenido problemas, es probable que sea más débil y trataremos de encontrar especies fuertes”, añade.
El grupo de Lorenzo trabaja en Arabidopsis thaliana, una planta fácil de manejar que se utiliza como modelo para muchas investigaciones. Sin embargo, sus socios europeos incorporan al proyecto más de 20 especies de interés para la agricultura, como los cereales, el guisante, el tomate o la col. “Cada grupo ha incorporado las propuestas que más le interesan, por ejemplo, los franceses están interesados en la cebada porque tiene aplicaciones en la producción de cerveza”, comenta el investigador.
De hecho, hay bastantes empresas interesadas en el proyecto, sobre todo en las semillas de los cereales, ya que están interesadas en que se mantengan viables durante más tiempo.
Los alemanes llevarán el peso de la investigación genética, mientras que la Universidad de Warwick (Reino Unido), que posee una gran infraestructura de invernaderos, se encargará de inducir las condiciones de estrés en las semillas que después estudiarán el resto de los grupos. Así, todos los científicos del proyecto trabajarán con el mismo material.
Bajo el título "EcoSeed-Impacts of Environmental Conditions on Seed Quality", esta investigación forma parte del programa EuropeanKnowledge Based Bio-Economy (KBBE), que aportará en los próximos años tres millones de euros para su desarrollo. De esta cantidad, 250.000 euros se invertirán en la parte de la investigación que le corresponde al Ciale.

martes, 15 de mayo de 2012

MANUAL DE PRODUCCIÓN ECOLÓGICA DE SEMILLAS Y PLANTELES DE HORTÍCOLAS

ecoticias.com

El Manual de producción ecológica de semillas y planteles de hortícolas consiste en una herramienta que ofrece, tanto a empresas productoras de semilla y plantel con sistema convencional, como a agricultores o personas aficionadas a la horticultura; un marco teórico así como las bases prácticas para sacar adelante su actividad de manera sostenible.



Se trata de un manual completo que aborda los aspectos genéticos y ecológicos, los procesos productivos, las instalaciones, las materias primas, etc; que se dirige a todo aquel que quiera obtener semillas o planteles según el sistema ecológico, tanto si se realiza para la autoproducción como si la producción tiene como objetivo la venta a terceros.
El Manual se publica en el marco del proyecto Llavorae.cat, el cual ha sido subvencionado por el programa de Proyectos Innovadores de acuerdo con la Orden TRE/293/2010, patrocinado por el Servicio de Ocupación de Cataluña y cofinanciado por el Fondo Social Europeo.

¿Cómo obtenerlo?

El Manual se puede descargar gratuitamente en el blog del CEDRICAT, la página web del Espacio de Recursos Agroecológicos o bien en la sección de Producción Agraria Ecológica del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural. También está disponible en formato papel, a un coste de 10 €, que se puede adquirir a través del apartado de publicaciones de la web de la Era o bien contactando con el CEDRICAT a través de cedricat@cedricat.cat o llamando al 973 484 320.

domingo, 13 de mayo de 2012

LA ENGAÑOSA PROSPERIDAD VEGETAL TRAÍDA POR EL CALENTAMIENTO GLOBAL

noticiasdelaciencia.com

Un aumento de las temperaturas puede beneficiar a diversas especies vegetales, pero quizás sólo a corto plazo. En el caso de las especies estudiadas durante un experimento de una nueva investigación, después de que las plantas prosperen durante algún tiempo, su situación se deteriora y el estado de los vegetales ya no es mejor que al principio. Así lo revelan los resultados de ese estudio, de una década de duración, concluido recientemente.


Uno de los parajes estudiados. (Foto: Paul Dijkstra)

El equipo de Zhuoting Wu, Bruce Hungate, George Koch y Paul Dijkstra, todos de la Universidad del Norte de Arizona, trasplantó cuatro ecosistemas de pradera típicos del Norte de Arizona desde sus ubicaciones a gran altitud hacia emplazamientos más bajos, para simular los efectos de un ambiente futuro más cálido, y complementó el calentamiento con el conjunto de cambios predichos en las precipitaciones, con tres variantes: una pluviosidad mayor, otra menor, y la de control (igual que la actual). También se tuvieron en cuenta otros parámetros.
Las plantas crecieron más durante el primer año sometidas al tratamiento con calentamiento global, pero este efecto disminuyó progresivamente durante los siguientes nueve años y acabó por desaparecer.
Los investigadores además constataron que el calentamiento a largo plazo resultó en la pérdida de especies nativas y fomentó la invasión de especies típicas de ambientes más calurosos, con el desenlace final de desequilibrar la comunidad vegetal hacia el predominio de especies menos productivas.
Las praderas sometidas al calentamiento reciclaron más rápido el nitrógeno. Esto debería haber causado una mayor disponibilidad de este importante nutriente para las plantas, ayudándolas a crecer más. Pero en vez de eso, resultó que gran parte se estaba perdiendo, convertido en gases que se liberaban hacia la atmósfera o lixiviado y retirado por la lluvia y otros fenómenos.
Este estudio pone en duda la creencia de que el calentamiento global aumentará la disponibilidad de nitrógeno y causará un aumento sostenido en la productividad vegetal.
Los resultados de la investigación son por tanto un toque de alerta sobre la mala práctica de extrapolar demasiado y sacar conclusiones precipitadas a partir de experimentos con un desarrollo a corto plazo, o a partir de experimentos realizados bajo condiciones artificiales donde los investigadores no pueden medir el alcance de los mecanismos de realimentación activados por los cambios en el ecosistema y los efectos asociados a los ciclos de los nutrientes.

martes, 8 de mayo de 2012

LA ELIMINACIÓN DE LOS RESIDUOS AGRÍCOLAS PERJUDICA LA CALIDAD DEL SUELO

agenciasinc.es

Un equipo de investigadores ha estudiado el impacto de la eliminación de los residuos agrícolas para entender el rendimiento de los cultivos energéticos en tierras no labradas. Los resultados, que se publican ahora en el último número de Agronomy Journal demuestran que la eliminación de residuos orgánicos repercute de forma negativa en la calidad del suelo.


La eliminación de los residuos agrícolas puede convertir las tierras no labradas en fuentes en lugar de en sumideros de carbono atmosférico. Foto: Joe Nicora.

“La eliminación de los residuos agrícolas puede convertir las tierras no labradas en fuentes en lugar de en sumideros de carbono atmosférico, incluso en tasas menores al 50%”, afirma Humberto Blanco, autor principal del estudio, e investigador en la Universidad del Estado de Ohio (EE UU).
La eliminación de residuos en tasas menores al 25% puede causar pérdidas de sedimento en las escorrentías en relación con los suelos donde no se eliminan los residuos. Para evitar los efectos negativos en el suelo, los científicos proponen eliminar una pequeña proporción de residuos, pero “no es factible ni económica ni logísticamente”. Blanco recomienda el desarrollo de otras fuentes de biomasa alternativas para la producción de etanol celulósico.
El estudio, que se publica en el último número de Agronomy Journal, descubrió que esta eliminación de residuos procedentes del maíz, el trigo o el sorgo repercutía de manera negativa en la calidad del entorno y del suelo. La eliminación de más del 50% de los residuos agrícolas puede tener consecuencias nefastas para la estructura del suelo: reducir la secuestración de carbono orgánico del suelo, aumentar la erosión del agua y reducir el ciclo de nutrientes y la producción de cultivos, especialmente en suelos inclinados y erosionables.
Cultivo de hierbas como alternativa
Una alternativa a la eliminación de los residuos agrícolas es el cultivo de hierbas de temporada cálida y los cultivos leñosos de corta rotación como cultivos energéticos especializados. Estos cultivos pueden proporcionar una amplia variedad de servicios de ecosistemas sobre la eliminación de los residuos agrícolas.
Los datos disponibles indican que las plantas herbáceas y leñosas pueden mejorar las características del suelo, reducir la erosión del viento y del agua del suelo, filtrar los contaminantes en las escorrentías, secuestrar el carbono orgánico del suelo, reducir las emisiones netas del efecto invernadero y mejorar la diversidad y el hábitat de la fauna y la flora.
Mientras que la eliminación de los residuos agrícolas reduce la concentración de carbono, los cultivos energéticos especializados pueden aumentar la concentración de carbono orgánico del suelo al proporcionar materias primas para biocombustibles. Gracias a sus raíces profundas, las hierbas de temporada cálida pueden fomentar la secuestración de carbono a largo plazo en un perfil de suelo más profundo a diferencia de los cultivos en hilera.
Según los investigadores, los cultivos energéticos especializados en tierras abandonadas y marginales en lugar de en excelentes campos agrícolas pueden beneficiar, además, al suelo y al entorno. Las hierbas de temporada cálida pueden crecer en suelos pobres en nutrientes, compactados, pobremente drenados, ácidos y erosionados.
Aunque los cultivos energéticos de plantas herbáceas y leñosas no pueden sustituir a los bosques naturales y a las praderas nativas, si están bien gestionados, pueden aportar beneficios al suelo y al entorno mientras proporcionan las materias primas necesarias para la producción de etanol celulósico. El desarrollo de la nueva generación de biocombustibles no sólo exigirá nuevas tecnologías para transformarla en combustible, sino también nuevos métodos agrícolas para cultivarla.

domingo, 6 de mayo de 2012

CASTAÑOS: DEL IMPERIO ROMANO A LA MODIFICACIÓN GENÉTICA

agenciasinc.es

Tras siglos de supervivencia, el castaño se enfrenta ahora a dos terribles amenazas: las plagas y el abandono por parte del ser humano, el mismo que hace siglos los trajo a la Península Ibérica y los utilizó para alimentarse de su fruto y utilizar su madera.


Bosque de castaños en El Tiemblo (Ávila). Imagen: Enrique Sacristán

Con la llegada de noviembre, se iluminan las brasas de los vendedores de castañas asadas, cuya clásica imagen permanece asociada a los inviernos de Madrid y otras ciudades españolas desde hace más de un siglo.
Pese a que los vendedores son habitualmente quejumbrosos con respecto al futuro de su actividad, los datos del consistorio con respecto a la concesión de licencias para venta de castañas y tubérculos asados dicen todo lo contrario. Según publica el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid, 64 de los 72 vendedores autorizados, casi el 90%, han prorrogado su licencia para vender castañas en el año 2012, en el que Madrid contará además con cuatro nuevos puestos de venta.
En este extremo de la cadena, podría parecer que el de las castañas es un mercado boyante y con futuro. Sin embargo, las cosas son diferentes en los bosques donde nacen estos frutos.  
Este año, a cientos de kilómetros de Madrid, en el noroeste español, kilos de castañas quedaron sin recoger, envueltas en sus erizos. “En Galicia y en general en el noroeste, lamentablemente hay muchos soutos [voz gallega para las zonas pobladas de castaños] que se están abandonando por la despoblación rural”, dice Ignacio Díaz-Maroto, profesor de Ingeniería Agroforestal en la Universidad de Santiago de Compostela.
“Los soutos son ecosistemas antrópicos, totalmente modificados por el ser humano”, cuenta Díaz-Maroto. Hoy en día, el abandono del medio rural está llevando a que en muchos soutos ni siquiera se recoja la castaña. Existen zonas, en El Bierzo o en la frontera entre Lugo y Asturias, donde todavía hay una tradición, pero el ingeniero apunta que “la mayoría de la población que los mantiene es de edad bastante elevada. Entonces, la duda es qué va a suceder cuando esa gente ya no recoja la castaña”.

La tinta y el chancro

Además de esta amenaza, para Díaz-Maroto, la principal, los castaños tienen desde hace décadas un grave problema con las plagas. Desde el punto de vista fitosanitario, ha habido avances importantes en la enfermedad más devastadora para esta especie, la llamada 'enfermedad de la tinta del castaño' provocada por el hongo Phytophthora cinnamomi. Esta solía afectar primero a las raíces, ennegreciéndolas y pudriéndolas hasta alcanzar un tono negro-azulado; a continuación, la base del tronco se pudría y la corteza se agrietaba hasta comenzar a exudar una resina negra.
A lo largo del siglo pasado, la estrategia más eficaz para proteger al castaño consistió en el cruce de ejemplares europeos con asiáticos –más resistentes a esta enfermedad–. Sin embargo, completar todo este proceso requiere entre 20 y 25 años. “Desde el punto de vista científico, hoy en día se han conseguido clones resistentes a la tinta”, dice Díaz-Maroto, apuntando que desde 2005, todas las nuevas repoblaciones de castaño en Galicia se realizan con clones.
Antonio Ballester y Ana Vieitez, investigadores del CSIC que trabajan desarrollando variantes transgénicas de los castaños, apuntaban en un artículo de 2009 que estas variedades mantienen “prácticamente al 100% su carácter de castaño europeo (Castanea sativa), la única diferencia es que son resistentes” a la enfermedad de la tinta.
“Ahora el problema principal es el chancro, el cáncer del castaño”, dice Díaz-Maroto. El chancro, producido por el hongo Cryphonectria parasitica va poco a poco afectando al árbol, no es tan destructivo como la tinta pero aún no se ha encontrado un remedio lo suficientemente potente para acabar con él. “Aún así, yo creo que se va a lograr”, dice Díaz-Maroto.
De acuerdo con los investigadores del CSIC, “ahora que los sistemas de transformación genética están disponibles, el tiempo requerido para introducir un número pequeño de genes en las líneas embriogénicas de castaño y aclimatar las plantas transgénicas disponibles para llevar a cabo los ensayos de resistencia a chancro podría estimarse entre dos y cuatro años”.
El castaño es un árbol de crecimiento lento que puede tardar entre ocho y 25 años en empezar a dar frutos. Quizá dentro de un tiempo, casi todas las castañas asadas que se vendan en la calle tengan un origen transgénico. Otro de esos casos donde la vanguardia rescata a la tradición.
Los castaños tampoco son inmunes a la sequía o al calentamiento. Este año, la falta de precipitaciones en el noroeste de España ha afectado a la producción de castañas, cuya cosecha se ha reducido en torno a un 40%, una cifra que concuerda con la anunciada recientemente por las cooperativas castañeras del Valle del Jerte (Cáceres) y la Asociación de Jóvenes Agricultores de Málaga.
“Además, la castaña que se está produciendo es pequeña y de muy baja calidad”, dice el profesor de la USC, “porque el castaño se ha quedado sin reservas hídricas y la forma que tiene de defenderse es tirar la castaña, incluso antes de que esté realmente formada”. En declaraciones a Europa Press, José Carlos Ruiz, técnico de Asaja Málaga, hizo una distinción entre dos tipos de variedades de castañas: la castaña temprana o portuguesa, cuya producción fue “excelente, tanto en calidad, calibre como en kilogramos recogidos” y la castaña pilonga, principal variedad de la zona y cuya recogida fue “una de las más duras de los últimos años” debido a la falta de precipitaciones y aumento de las temperaturas.
La pregunta pasa a ser qué futuro espera entonces a una especie que, pese a ser considerada autóctona, no aparece espontáneamente si no es cultivada por el ser humano. En el departamento de Ingeniería Forestal de la USC han realizado trabajos sobre la calidad de la madera en estas variedades clónicas, estudiando “la posibilidad de que se utilicen para producir madera de calidad  en lugar de castañas. En la madera creo yo que está el futuro del castaño”, dice Díaz-Maroto.

Toneles cargados de taninos

Se teme que, debido a la falta de población alrededor de los soutos, la tarea de mantenerlos para producir castañas resulte cada vez más y más laboriosa. “Si se sustituyen para producir madera, el esfuerzo para mantenerlas va a ser mucho menor y el rendimiento mucho mayor”, dice Díaz-Maroto. Por el parecido que su madera guarda con la del roble, los ingenieros están estudiando su uso en la fabricación de toneles. Conocido como 'el hermano pobre del roble', la madera de castaño “tiene una carga de taninos, los compuestos que ayudan a que el vino tenga ese sabor tan particular de crianza”, señala el ingeniero.
Desde que los romanos los importaran a la Península Ibérica para alimentar a sus tropas con pan de harina de castaña, a estos árboles siempre se les ha encontrado utilidad. Han servido para construir cunas y ataúdes, para alimentar a humanos o a animales. Desde hace siglos, sanos o enfermos, naturales o transgénicos, a finales de verano, los bosques de castaños anegan el suelo de hojas anaranjadas, y sobre ellas, puntiagudos erizos rubios y dentro de ellos la cáscara, brillante, color chocolate.

jueves, 3 de mayo de 2012

"QUIEN PIENSA SOLO EN TRASVASES Y DESALINIZACIÓN, SE HA QUEDADO EN EL SIGLO XIX"

agenciasinc.es

Gestionar y conservar los recursos hídricos es un gran desafío para cualquier sociedad, y no siempre se consigue. Narcís Prat, catedrático del departamento de Ecología y director del grupo de Investigación de Ecología y Gestión del agua dulce de la Universidad de Barcelona, ha contribuido activamente a definir un nuevo modelo de gestión del agua. Prat, también miembro fundador de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA), revisa en SINC algunos puntos críticos de la política del agua.


Narcís Prat, catedrático del departamento de Ecología de la UB. Imagen: J.M Rué / Comunicación UB

El 22 de marzo fue el Día Mundial del Agua. Según la Unesco, unos 1.500 millones de personas en el mundo viven en territorios en riesgo de desertificación. Desde un punto de vista global, ¿cuáles son los grandes desafíos del problema del agua?
La principal urgencia a escala mundial es garantizar el agua para la vida, es decir, el mínimo de agua necesario para poder vivir en condiciones. Para sobrevivir, el límite son unos tres litros al día, pero llegar al agua para la vida significa disponer de unos 40 litros por persona y día. Es una cantidad de agua relativamente modesta, que en muchos países del mundo se podría alcanzar si dispusieran de las infraestructuras adecuadas. Respecto a los 1.500 millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso al agua, en la mayoría de los casos se les podría facilitar los 40 litros al día con tecnologías que no cuestan mucho dinero. El problema es que son países de África o Asia, que están afectados por el cambio climático, la sequía, etc. Además, están inmersos en problemas de corrupción política y de gobernanza. Es una situación dramática y compleja que complica todavía más el acceso al agua para la vida o para cultivar alimentos. Cuando la política y la corrupción pasan por delante de las personas, ni con toda la tecnología del mundo puede asegurarse el acceso al agua.  

Usted dice a menudo que, en Cataluña, el problema del agua es un tema pasional. ¿Qué asignaturas quedan pendientes en el campo de la cultura del agua?
La materia básica es la misma: que la gente entienda que el agua no es solo un recurso sino también un vehículo ambiental. Los ríos no entienden de fronteras, y en el pasado, la cuestión del agua ha generado conflictos en todo el mundo. Todo viene de una idea muy simple: pensar que el río es un recurso, que es mío, en lugar de entenderlo como un sistema vivo, que aporta unos servicios ambientales que debemos saber valorar. Si no entendemos qué es un río, llegarán los conflictos. El agua se utiliza como un arma política, y eso pasa en España, y en todo el mundo. En nuestro país, podemos hablar de dos Cataluñas, que piensan de manera distinta. Una es la Cataluña costera, la que quiere saber si tenemos o no agua para beber, y si nos cortarán el suministro. La otra es la del interior, y aquí el problema es regar o no regar, y si construimos o no el canal Segarra-Garrigues. Los de Lérida creen que en Barcelona les quieren robar el agua. Los de Barcelona creen que en Lérida tienen agua y no quieren darla. Tendrían que juntarse y hablar, sin condiciones.

¿Qué soluciones existen?
Se han buscado soluciones como el Plan de gestión del agua de Cataluña. Con este Plan, nadie puede decir nada de si se hacen actuaciones sobre el Ter, desalinizadoras, etc., porque Cataluña tiene todas las competencias, y si no se hace bien es culpa suya, no de Madrid. En cambio, en el caso de la zona del Ebro, quien manda es la Confederación Hidrográfica del Ebro, y Cataluña tiene poco que decir en cuanto a concesiones de agua. El Plan de gestión del agua de Cataluña está muy bien elaborado, y aborda los cuatro componentes que exige la Directiva marco del agua: garantía (recursos), sostenibilidad ambiental, economía y participación pública. Si alguien dice que en Cataluña hace falta un trasvase del Ródano, primero debería leerse el Plan de gestión y vería que no es necesario. ¿Trasvase del Ebro? Pues tampoco. ¿Reutilización del agua? Pues sí, hablemos porque en el programa de medidas del Plan se puede encontrar todo lo que se puede hacer. ¿Desalinización del agua? Sí, pero con mesura… En Cataluña, la solución que nos da el Plan es la gestión integrada de cuencas.

¿Qué problemas pueden surgir?
Todo eso tiene un gran problema: el dinero. Para poder llevar a cabo una buena gestión hay que invertir y poder mantener las infraestructuras actuales y futuras. En 2015 nos toca pasar el examen de la Unión Europea sobre gestión del agua. Y en Europa no nos preguntarán si tenemos más o menos agua. Nos preguntarán cómo están los ríos y el mar, y si se han cumplido los objetivos ambientales. Si alcanzamos los objetivos del Plan de gestión, tendremos un buen estado de los indicadores ecológicos del mar y los ríos. Pero, por desgracia, debido a la crisis, el desarrollo del Plan está paralizado por falta de dinero. O sea que no sabemos si pasaremos el examen en Europa, porque no estamos haciendo bien el trabajo. El debate ahora es saber de dónde se puede sacar el dinero para hacer un trabajo que ya sabemos que daría buenos resultados.  

¿La política de los trasvases es una solución eficaz para los problemas de los recursos hídricos en el país? 
Quien piensa solo en trasvases y desalinización se ha quedado en el siglo XIX. Parte de la idea equivocada de creer que el agua es un recurso y que el resto no interesa. Cuanta más agua, mejor. Pasa lo mismo con la electricidad y el gas. Si traemos gas de Argelia, ¿por qué no podemos traer agua de Siberia? El agua no es solo un recurso, es mucho más. Este problema se ha simplificado mucho. No sabemos entender la importancia de preservar los valores medioambientales de los ríos, los lagos, y el mar. El agua tiene unas funciones ambientales y a su vez nos da unos servicios que otros recursos no pueden darnos. Ahora estamos en plena crisis económica, tenemos otras preocupaciones y parece que tener agua de calidad en el medio sea un problema menor. Pero sin unos ríos de buena calidad, no habrá agua de buena calidad en los grifos de casa. Para plantear soluciones a la falta de agua, primero hay que hacer un análisis coste-beneficio de las ventajas e inconvenientes de cada opción.

¿Y en el caso de los trasvases cuáles son los inconvenientes?
El coste económico es muy elevado, y también plantean problemas sociales y políticos, por ejemplo, en los trasvases del Ebro y del Ródano. Por otra parte, tampoco son ninguna solución inmediata: el agua no te llega de un día para otro, sino en un margen de siete o quince años. Si finalmente se hace el trasvase, no puede ser pequeño, porque el agua saldría carísima. Para que sea rentable, el caudal mínimo debe ser de diez metros cúbicos por segundo —un gran volumen de agua—, aunque en el futuro solo se necesite, como máximo, un metro cúbico por segundo.

¿Qué hay de las desalinizadoras?
Para la desalinización, si se quiere obtener la misma cantidad de agua que con el trasvase, hay que invertir una gran cantidad de energía. Las desalinizadoras son una pieza más del sistema: tienen unas ventajas —no dependes de nadie, las pones en lugares concretos y, si no las necesitas, las paras y te ahorras energía—, pero no puedes ponerlas en cualquier sitio. En Barcelona, ​​están pensadas como un complemento, como una opción para conseguir la cantidad de agua necesaria. Pero la medida más efectiva que se ha visto en el área de Barcelona es el ahorro de agua. En los periodos de sequía, el ahorro llegó al 20%. Ahora que no tenemos sequía, no hemos vuelto al gasto anterior. Se ha ahorrado un 10 % del agua, que es toda el agua que produce la desalinizadora de El Prat de Llobregat en un año. En un país industrializado, una persona no puede vivir con menos de unos 100-120 litros de agua al día, pero en Barcelona hay quien vive con 80 o 90 litros al día. Y esa gente vive bien. Todo es cuestión de ahorro y en Cataluña todavía tenemos un margen de ahorro bastante importante.  

Usted es uno de los impulsores de la FNCA,una plataforma para cambiar paradigmas sociales, empresariales y políticos en gestión del agua. ¿La sociedad del futuro será más sensible al problema medioambiental?  
Si a la gente le explicas los problemas, acaba entendiéndolos. La Fundación es una iniciativa para hacer entender a todos que la gestión integrada del agua es la solución de futuro, y ha tenido efectos locales en determinadas regiones donde ciertos planes no se han llevado a cabo o se han modificado gracias a la acción de la FNCA. El Plan de gestión del agua de Cataluña es un ejemplo. Haces una hoja de ruta, buscas un consenso para encontrar soluciones, lo explicas y la gente lo entiende. El problema es cuando todo eso se utiliza como arma política. La FNCA tenía el modelo de Cataluña como referencia, pero ahora todo eso está en peligro.

¿Qué ejemplos de gestión puede dar?
Un caso concreto es el de los regadíos de Lérida. Es difícil hablar en Lérida del canal Segarra-Garrigues, porque allí creen que si se quiere dejar el caudal ambiental que le conviene al río para recuperar su estado ecológico no habrá suficiente agua para regar. Pero aunque sea difícil hablar de ello, hay que hacerlo de manera abierta, con todas las opciones sobre la mesa, para mostrar que la gestión sostenible —regar y, al mismo tiempo, dejarle al río el agua que necesita— es posible. Es complicado, pero si no se pone en marcha un verdadero proceso de discusión abierta se rompe el diálogo social. Los políticos deben implicarse mucho más, tienen que enfrentarse a la realidad, llegar hasta el final, discutir las cosas, y hacer dialogar a todos. Si las cosas se explican bien, pueden encontrarse soluciones. Se puede decir que el regadío de Lérida es un tema políticamente incorrecto. Nadie quiere hablar de ello y todos esperan que pase el tiempo, y que el canal esté acabado. Quizá el problema es que tenemos una generación de políticos del siglo XX y sus ideas no son del siglo XXI.  

En este complejo engranaje de la toma de decisiones, ¿cuál es la función del colectivo científico y técnico?  
Nuestra función es hacer bien el trabajo. En mi grupo de investigación, nos hemos centrado en el estudio de indicadores biológicos sobre la calidad ecológica de los ríos, calibrándolos para tener metodologías comparables a las de la normativa europea. Una vez hecho esto, tenemos las herramientas para la gestión y podemos explicárselo a la sociedad. El problema es encontrar políticos que utilicen el trabajo de los científicos para el progreso de la sociedad, y no en interés propio. Este enquistamiento de las posiciones políticas, de unos y otros, al pedir algo sin tener en cuenta las alternativas, es lo que hace difícil encontrar soluciones. Por eso, el trasvase del Ebro, "el agua para todos" del Levante peninsular, y otros asuntos relacionados con la gestión del agua resultan problemas insolubles. Como científicos, nosotros hacemos ciencia e intentamos aplicarla, colaboramos con la administración, y con las instituciones, pero necesitamos encontrarnos con un sistema receptivo, con el que podamos trabajar bien. Todo depende del momento político en el que nos encontremos.

¿Qué situación sería la idónea para los científicos?
La situación ideal sería que, ante la pregunta "¿cómo debemos hacer esto?", pudiéramos crear un equipo técnico interdisciplinar con biólogos, ingenieros, geólogos, y geógrafos, entre otros, para trabajar conjuntamente en la búsqueda de soluciones. Así era la Agencia Catalana del Agua hace unos meses. Ahora estamos yendo un poco hacia atrás en todo esto —volvemos al control político de las decisiones técnicas— y creo que es un error.  

¿Podríamos encontrar algún país como modelo de referencia en gestión hidrológica? 
No hay ningún país modelo. En un mismo país, podemos encontrar ejemplos que están bien y otros que no tanto. Por ejemplo, últimamente se ha oído mucho que la gestión del agua, si no es privada, no está bien hecha. O el caso contrario, que la gestión debe ser pública. Pues ni una cosa ni la otra: todo depende del modelo y de la tradición democrática del país. En California (EE UU), por ejemplo, hay una comisión del agua que mantiene asambleas abiertas y la tradición de consultar a los ciudadanos. El técnico explica los proyectos directamente a la gente. Es el sistema americano: la política del agua es la misma, saben muy bien lo que quieren hacer, y los cambios presidenciales no importan. En nuestro país, hay que democratizar más estos procesos, como en el sistema americano. 

¿Qué ejemplo le gusta más?
El de la ciudad de Santa Ana de los Cuatro Ríos de Cuenca, en Ecuador. Allí la gente aprecia mucho los ríos, el agua está limpia, paseas por la orilla y no parece que estés en un país subdesarrollado. Cada año se hacen jornadas para replantar árboles y el ejército lleva camiones para que los voluntarios saquen toda la basura. Te dicen que lo hacen porque son sus ríos. Pero si después miras cómo está la capital -Quito- todo es un desastre. En 20 años no han sido capaces de construir una sola depuradora. Son los dos extremos en un mismo país.   

Si miramos nuestros ríos, ¿superan el examen de calidad ecológica?  
Aquí no sentimos aprecio por los ríos. Para los políticos, el agua es un arma ambiental y eso hace que se peleen entre sí. El problema del agua no le interesa mucho al Gobierno de Cataluña, no es un elemento importante de la política del país, como sí lo es la energía, el transporte o las infraestructuras. Debemos identificar el agua como fuente de vida. Si realmente apreciáramos el agua, los políticos invertirían dinero en él. En Cataluña, solo harían falta unos cuantos millones de euros.

¿Cuál es el principal problema?
Cuando no hay sequía, el agua deja de ser un tema preferente para la política y la opinión pública. Los políticos, o no lo han entendido o no valoran el problema del agua. Tenemos una línea trazada para mejorar la gestión del agua, el Plan de gestión, pero tiene dos puntos débiles: la parte económica y la participación social. Es necesario que la gente se lo crea, que se organice mejor, que se haga oír, que exija más a los políticos, porque solo pondrán dinero en aquello que le interesa a la gente. El agua debe ser un pensamiento permanente, no es pensar en la lluvia solo cuando oímos tronar…

Pero sí hay mejoras, ¿verdad?
En términos de calidad medioambiental, el estado de nuestros ecosistemas acuáticos ha mejorado en los últimos años. En este punto, sería difícil ir para atrás. Primero, porque nos caerían sanciones de la Unión Europea, y segundo, porque supondría que todo el sistema fracasara. Se ha mejorado el estado de las cabeceras, los tramos medios, etc. El punto crítico ahora es mejorar la parte final de los ríos. Vivimos en un país mediterráneo, eso quiere decir que hay ríos que no siempre llevan agua. Tenemos una red de depuradoras, y es necesario que funcionen mejor. La depuradora es un sistema pensado para ríos que tengan cinco veces más agua que la depuradora, y aquí es al revés: nos encontramos ríos que nacen en la depuradora. Por ejemplo, vas a Ribes de Fresser y te encuentras truchas a la salida de la depuradora. Y si miras el Congost en época de sequía, el río va naciendo en distintos puntos. Su estado es muy diferente, pero el esfuerzo invertido en saneamiento en los últimos años se nota y la gente lo valora. 

También es un gran divulgador en temas de ecología. ¿Qué titular le gustaría leer en un periódico? 
"Los ciudadanos de Santa Coloma de Gramenet se bañan en el Besòs". Sería un titular fantástico. La gente ya se pasea por él y disfruta de la orilla del río, pero si algún día pudiera bañarse, querría decir que se ha hecho una gestión fantástica. Lo de bañarse ya lo prometían los políticos en los años '80 y '90. Pero si no es bañarse, como mínimo meter los pies en el agua… Con eso ya habríamos conseguido algo importante. 

martes, 1 de mayo de 2012

DESARROLLAN ESTRATEGIAS DE CONTROL DE INFECCIONES MICROBIANAS EN CULTIVOS

agenciasinc.es

Un grupo de investigación malagueño, dirigido por Antonio de Vicente Moreno, ha estudiado las enfermedades bacterianas y fúngicas sobre cultivos vegetales importantes en la zona de Andalucía, como los hortícolas (melón) o los tropicales (mango, aguacate). Al estudiar la respuesta de defensa de la planta frente a la infección microbiana, el equipo desarrolla estrategias de control de las mismas.


Imagen de Pseudomonas. Foto: EEZ-CSIC.

Antonio de Vicente Moreno, investigador del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea, centro mixto de la Universidad de Málaga y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha expuesto en la Estación Experimental del Zaidín los avances que ha logrado su grupo de investigación en la mejora de la producción de cultivos tropicales en Andalucía.
Este grupo de investigación colabora con la cooperativa Trops, una de las principales comercializadoras de subtropicales de España, esta cooperativa representa actualmente a 1.800 agricultores de Málaga y Granada, factura 25 millones de euros anuales, comercializa en 22 países el 30% de la producción española de aguacate y el 60% de mango.
De Vicente ha realizado un repaso a diferentes “herramientas” de las que dispone una bacteria fitopatógena, Pseudomonas syringae pv. syringae, que le permiten provocar la necrosis apical del mango, o la mancha bacteriana del tomate.
Esta bacteria vive sobre los cultivos de mango todo el año, pero en las regiones donde no es autóctono este tipo de cultivo, en la época de lluvias y bajadas de temperaturas esta bacteria ataca al mango estropeando las cosechas. Este es el caso de las zonas de cultivo de mango en Andalucía, Israel y Australia. En estas regiones hay bajadas de temperatura y abundantes lluvias propiciando que la bacteria infecte los cultivos de mango provocando grandes pérdidas económicas en el sector de los cultivos tropicales.
Ante este problema el grupo de investigación del científico se embarcó en el estudio de la respuesta de plantas de interés agrícola a las infecciones microbianas a nivel microscópico, bioquímico y molecular. Así han podido diseñar estrategias y condiciones de cultivo que favorezcan la producción y reducir el empleo de tratamientos fitosanitarios químicos.
Mediante la detección y caracterización genética y molecular de toxinas producidas por diferentes cepas de P. syringae, cuya diana son enzimas implicados en la biosíntesis de aminoácidos en la planta; han logrado una aplicación de estas toxinas como herbicidas biológicos y en control biológico.
De Vicente ha planteado las estrategias de la bacteria tanto cuando actúa como patógeno infectando los tejidos de la planta, como cuando actúa como epifito, sencillamente viviendo sobre la planta y adaptándose a un ambiente hostil (tolerancia a radiaciones UV, resistencia a cobre,...).
En la interacción patogénica son fundamentales los factores de virulencia (nucleación de hielo, sideróforos, efectores, toxinas,...), prestando especial atención a la producción y relevancia de la mangotoxina como factor de virulencia. Este investigador también ha hecho algunas consideraciones sobre el control y la epidemiología de la necrosis apical del mango.

Medidas de control

Entre las medidas de control se encuentran los sistemas de tratamiento químico de las plantas como son el caldo bordelés que contiene cobre y se utilizaba para tratar las viñas en Burdeos y el gel de sílice que protege a la planta. Estos dos tratamientos se están aplicando actualmente en los cultivos de mango logrando excelentes resultados frente a Pseudomonas syringae.
Las líneas de investigación en las que participa el grupo de investigación de Antonio se centran fundamentalmente en el estudio de enfermedades bacterianas y fúngicas sobre cultivos vegetales importantes en nuestra zona, como los hortícolas (melón) o los tropicales (mango, aguacate), así como en el estudio de la respuesta de defensa de la planta frente a la infección microbiana; y el desarrollo de estrategias de control de las mismas.