jueves, 16 de agosto de 2012

IDENTIFICAN 22 VARIEDADES DE MANZANO AUTÓCTONO DE NAVARRA RESISTENTES A ENFERMEDADES

agenciasinc.es

Existen 22 variedades muy resistentes al fuego bacteriano y moteado del manzano, dos de las enfermedades que mayores daños y perjuicio económico producen en los cultivos. Este es uno de los resultados de la investigación llevada a cabo durante ocho años por el Instituto de Tecnología Agroalimentaria de la Universidad de Gerona.


Manzanas afectadas por moteado

De aproximadamente un centenar de variedades de manzano autóctono de Navarra analizadas, 22 se han mostrado especialmente resistentes al fuego bacteriano y al moteado del manzano, según un estudio del Instituto de Tecnología Agroalimentaria de la Universidad de Gerona.
Los resultados del trabajo, dirigido por Jesús Murillo, catedrático de Producción Vegetal y responsable del grupo de investigación Protección de cultivos de la Universidad Pública de Navarra, han sido publicados recientemente en la revista científica Euphytica.
La investigación se inició con 103 variedades de manzano autóctono de Navarra, que forman parte de una colección de 253 variedades mantenida por el Instituto Técnico de Gestión Agrícola de Navarra (ITGA) en las localidades de Sartaguda y Santesteban e incluidas en el banco de germoplasma de manzano de la UPNA. En una primera fase se investigó la incidencia del fuego bacteriano y, posteriormente, se ha trabajado en conocer la resistencia de las distintas variedades al moteado del manzano.
En producción de sidra, podría implementarse una producción de tipo orgánica, donde no se utilicen fungicidas
El fuego bacteriano, causado por la bacteria Erwinia amylovora, es una enfermedad que causa pérdidas importantes cuando ataca a los cultivos de manzanos o perales, ya que en muchas ocasiones la única solución es la poda drástica de los árboles o su eliminación. En cuanto al moteado, está causado por el hongo Venturia inaequalis; es una de las enfermedades más importantes del manzano y afecta a hojas y frutos.
Según explica el investigador Alejandro Martínez-Bilbao, “hemos encontrado 22 variedades especialmente interesantes por su resistencia a las dos enfermedades. Las 22 son poco susceptibles al fuego bacteriano y presentan diferente resistencia ante el hongo causante del moteado; y de esas 22 variedades, cinco han destacado por sus cualidades agronómicas”. En concreto, estas cinco variedades de manzano para sidra son las denominadas 'Erremedio', 'Merealiña', 'Xarpaxar', 'Peaugon-Monsur' (origen Echauri) y '3.1.50' (origen Puente La Reina).

Evitar el uso de fungicidas

El estudio completo ha tenido una duración de ocho años, dos de experimentación y seis de observación de campo en la plantación experimental del ITG de Santesteban. El principal objetivo fue conocer la resistencia de los manzanos para sidra a las citadas enfermedades, especialmente al moteado. “Hay que tener en cuenta que el tratamiento habitual es el uso de fungicidas —indica el investigador—, pero en cultivos de variedades comerciales es preciso realizar varios tratamientos para que el árbol no se vea afectado y la fruta sea comercializable; además, se produce un descenso de la producción y, estéticamente, el fruto también resulta más feo”.
A raíz de los resultados, el campo de aplicaciones queda abierto: por ejemplo, en producción de sidra, podría implementarse una producción de tipo orgánica, donde no se utilicen fungicidas, o una producción de tipo integrada en la que, al contar con variedades más resistentes, el uso de fungicidas y productos fitosanitarios en general sea menor.
Otra de las vías apunta a la mejora genética de las variedades, a partir de aquellas que se han mostrado más resistentes a la enfermedad. “Esto sería a más largo plazo —señala Alejandro Martínez— porque es preciso realizar más estudios y ver de qué manera se podrían implementar estas variedades para realizar un programa de mejora genética mediante cruce o clonación de esos genes”.
En este sentido, aclara que “hay genes que, desde hace unos 50 años, están siendo introducidos para hacer resistentes a los manzanos, pero el patógeno varía y supera la resistencia. Una de las ventajas que nosotros hemos determinado es que las resistencias que presentan estas variedades ahora identificadas son distintas de aquellas que han sido superadas por el patógeno”
De las 103 variedades analizadas inicialmente frente a fuego bacteriano, 48 resultaron poco susceptibles a la enfermedad, lo que significa que resisten mejor y pueden evitar la tala del árbol. Posteriormente se analizaron in vitro 92 variedades de manzano, entre las que se incluyeron las 48 anteriores. Y de éstas, 22 resultaron no sólo más resistentes al fuego bacteriano sino también al moteado del manzano.

jueves, 2 de agosto de 2012

EL EFECTO DE LA EROSIÓN EÓLICA EN LAS COMUNIDADES BACTERIANAS DE LOS SUELOS AGRÍCOLAS

noticiasdelaciencia.com

Es evidente que un viento muy fuerte puede arrancar tierra poco protegida en un terreno y dificultar el uso agrícola de ese terreno.
Ahora, un nuevo estudio corrobora la existencia de un efecto menos obvio del viento pero igual de problemático: El viento no sólo puede arrastrar las partículas sueltas del suelo, sino también a los microbios beneficiosos que ayudan a enriquecer los suelos, a limpiarlos de sustancias contaminantes, y a reciclar los nutrientes de la tierra.


El viento puede arrastrar a los microbios beneficiosos presentes en los suelos agrícolas. (Foto: Amazings / NCYT / MMA)


Empleando una potente técnica de secuenciación de ADN, un equipo dirigido por Terrence Gardner y Verónica Acosta Martínez, del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento estadounidense de Agricultura (USDA-ARS), analizó la diversidad bacteriana en tres suelos agrícolas de Míchigan, y en dos tipos de sedimentos de erosión (partículas grandes y polvo fino) generados a partir de estos suelos durante un experimento en un túnel de viento.
Los resultados de los análisis indican no sólo que los conjuntos de microbios en las partículas grandes eran diferentes a los presentes en el polvo, sino también que los dos tipos de sedimentos erosionados eran más ricos en ciertos tipos de microbios, en comparación con el suelo inicial.
Los hallazgos hechos en este estudio sugieren que bacterias específicas habitan en puntos específicos del suelo, y por ello diferentes grupos y especies pueden ser arrastrados dependiendo del tipo de partículas que se desprenden y son arrastradas por la acción erosiva del viento.
Es importante saber cuáles son las especies de microbios que los suelos agrícolas están perdiendo, tal como advierte la microbióloga Verónica Acosta Martínez, porque diferentes microbios ejercen diferentes papeles en los procesos del suelo.
Dicho de otro modo, los resultados de la investigación corroboran la idea de que la erosión ocasionada por los vientos puede tanto reducir la diversidad microbiana general en los campos de cultivo, como también hacer que grupos esenciales específicos de bacterias se vuelvan muy escasos en las capas superficiales de los suelos afectados.
Ayudar a los agricultores y a los responsables de políticas agrarias a adoptar prácticas que conserven mejor los suelos es uno de los principales objetivos del equipo de trabajo del citado Servicio de Investigación Agrícola del USDA, un grupo que también incluye a Ted Zobeck, Scott Van Pelt, Matt Baddock, y Francisco Calderón.